Barrios de mi Ciudad: La Merced

04.03.2013 00:29

Este tradicional barrio, surgido alrededor del Templo y Convento de los Mercedarios, debe su fama al Mercado de la Merced, heredero de grandes e históricos sitios de compra-venta, como Tlatelolco, el Parián y el Volador. Está considerado como el más grande de América Latina, y con su nave de cuatrocientos metros de longitud y más de tres mil puestos de venta, abasteció durante muchos años no sólo a la capital, sino a todo el país.

 

Al oriente de la capital de la Nueva España, la antigua ciudad de México, se fundó en 1594 el Monasterio de Nuestra Señora de la Merced de la Redención de los Cautivos, mejor conocido como el Convento de la Merced. En ese tiempo, la plaza mayor o Zócalo era el sitio destinado para las actividades comerciales principales de la naciente metrópoli, incluidas las relacionadas con el mercado de abastos. Hacia 1791 se construyó, al lado del palacio virreinal (hoy nacional), el Mercado del Volador que, al correr del tiempo, se saturó con puestos de todo tipo, originando olores molestos de carnes y legumbres. Por lo mismo, sus comerciantes fueron cambiados al terreno donde había estado por años el templo mercedario, surgiendo así en 1863 el primer mercado al aire libre o tianguis de ese barrio. Este hecho motivó que la Merced cobrara más importancia y adoptara al comercio como su actividad principal.

Fue hasta 1890, en pleno porfiriato, cuando se levantó un inmueble ex profeso para el mercado en el barrio, destacándose en su ramo como el más importante; tenía 85 metros de largo por 12 de ancho, techumbre de fierro galvanizado y piso de baldosas.

 

En los años treinta del siglo XX la Merced acogió a numerosos inmigrantes procedentes del campo, dándoles hogar y trabajo en su mercado. Para la década de los cincuenta el antiguo mercado fue demolido, y en 1957 fue construido  con diseño del arquitecto Enrique del Moral  el nuevo Mercado de La Merced, al costado oriente de una moderna avenida: Anillo de Circunvalación.

A partir de entonces La Merced se constituyó como el principal mercado de productos perecederos del país, hasta la construcción de la actual Central de Abastos. Asimismo, propició una gran área de concentración de servicios como tiendas, restaurantes, fondas, baños públicos, hoteles, cantinas y vinaterías, totalmente asociados con la vida del barrio.

 

 

Sitios de Interés:

1. El carácter comercial de este mágico barrio tradicional se hace presente en la Plaza Alonso García Bravo, donde puedes iniciar tu recorrido. En medio de objetos variados en venta y puestos de comida cobijados por una enorme carpa, se ubica una extensa fuente donde un conjunto escultórico reconoce al español García Bravo como el autor de la traza de la nueva Ciudad de México, auxiliado por algunos sabios mexicas y un lanchero, quienes están representados sobre una canoa.


2. En el costado norte destacan varios inmuebles, el de la extrema izquierda luce un bello nicho con la figura de Santiago Apóstol, precedido por una gran concha marina ricamente ornamentada. En su remate llama la atención una mano con un clavo enterrado, producto de una de las leyendas del lugar. Enseguida se yergue un estupendo inmueble, de entre 1870 y 1906, con tres niveles de estilo neoclásico, y a su costado derecho otro edificio con tres grandes arcos en su fachada. Ambas propiedades exhiben los nombres de sus constructores y canteros grabados en sus muros. Les sigue un edificio neocolonial de larga fachada horizontal, en cuyo remate sobresale una serie de peces con alas incrustados en nichos.


3. El costado sur está ocupado por el extraordinario Claustro del Convento de La Merced, de 1703. Es sorprendente el tallado de la cantera, que puede verse tanto en las columnas que soportan la arquería  con entrelazos en altorrelieve , como en los arcos que lucen “puntas de diamantes” en su interior. Esto, junto con los capitales corintios que rematan las columnas, le da al conjunto un aspecto señorial. Para admirar toda esta belleza hay que asomarse por un enrejado sobre la calle República de Uruguay.


4. Siguiendo por la calle peatonal Talavera hacia el sur, justo en  el cruce con República de Uruguay, observarás un marcado contraste entre un precioso nicho barroco en la casa del costado derecho y los balcones estilo art decó del inmueble opuesto.


5. A media cuadra podrás ver una escultura que representa al Niño Dios elegantemente vestido, y que hace alusión a la festividad del 2 de febrero, Día de la Candelaria.

 

6. Llegando al cruce con la calle República del Salvador, se ubica una gran casona edificada en el siglo XVIII y revestida en su fachada con tezontle rojo; de presencia sobria, tiene como ornamentación guardamalletas —festones colgantes— debajo de las ventanas de la planta baja. Se trata de la Casa Talavera, centro cultural en el que se imparten talleres y se realizan conferencias y exposiciones. Se le llama así porque alojó la primera fábrica de talavera en México. Fue propiedad de los marqueses de San Miguel de Aguayo, y su patio interior principal ofrece una atmósfera de años ya idos, como lo atestiguan sus gruesos pilares, las impresionantes vigas madrinas, el piso empedrado y el antiguo pozo.


7. La Plaza del Aguilita, hoy Juan José Baz, presenta pocos árboles y un par de grandes arriates donde podrás ver las diversas formas que ha tenido nuestra águila mexicana a través de los siglos. Se dice que en este lugar fue hallada el águila devorando a la serpiente parada sobre un nopal, señal dada por el dios Huitzilopochtli a los mexicas para fundar la gran ciudad de Tenochtitlan. Al centro, una columna rematada por un águila con una serpiente en el pico decora una fuente circular.


8. El Café Bagdad es uno de los comercios de tradición que se alojan en esta plaza. Podrás admirar otro nicho en la casa de la esquina de Misioneros y Topacio.


9. Al llegar a la avenida San Pablo toma a la izquierda hasta la avenida Anillo de Circunvalación; en el camino encontrarás a ambos lados un buen número de negocios de bicicletas. Cruzando la vía estarás en el corazón del barrio de la Merced: sus mercados. El más notable, llamado Mercado de La Merced, ofrece en su nave principal alimentos perecederos, como frutas, legumbres, chiles, pescado, carnes de res, cerdo y pollo, y se aloja en una extensa área cubierta con bóvedas de cascarón que permiten y facilitan la iluminación y ventilación del lugar. Una de sus secciones más visitadas es la de juguetería popular y artesanías.


10. En una de las naves anexas se localiza el Mercado de las Flores, donde se ofrece una gran variedad de plantas y flores artificiales de ornato.


11. Al costado izquierdo no dejes de entrar a la Parroquia de Santo Tomás La Palma, que anuncia desde la hermosa portada barroca de su atrio, la calidad constructiva del inmueble. En su portada de cantera destaca el relieve de Cristo en la cruz; al centro de la misma, la torre del campanario se muestra ancha y de un solo nivel. En su interior vale la pena admirar las pinturas de sus bóvedas, la del altar mayor muestra al incrédulo de Santo Tomás tocando el costado herido de Jesús. La cúpula está adornada con vistosos ángeles y, antes de ella, otra bóveda presenta la aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego. No pierdas detalle de la puerta de la sacristía, el marco y su arco mixtilíneo de piedra, pues fueron tallados con gran maestría.

 

12. Al lado izquierdo de este inmueble se halla el Mercado de Dulces, que se extiende en la planta baja y en los alrededores de un edificio que parece abandonado. Seguramente será el paraíso de niños y grandes, pues vende todo tipo de golosinas.

 

Fiestas y Eventos:

Fiesta de la Virgen de Las Mercedes - 23 de septiembre.